Se trata de un árbol dioico, perteneciente a la familia Ginkgoáceas. Popularmente se le conoce por el nombre de ginkgo o árbol de los 40 escudos. Se caracteriza por presentar un crecimiento lento, 15 cm el primer año, 30 cm el segundo, llegando a su altura normal (13-17 m) a los 30-40 años. Las hojas son bilobuladas y verdosas y adoptan un tono amarillo brillante en otoño. Es en esta estación cuando las hojas caen prácticamente de forma conjunta. El fruto es de aspecto carnoso y de color amarilloverdoso y al caer desprende un olor desagradable característico. El Ginkgo biloba es de origen asiático (China, Corea, Japón). Es el único representante de la familia Ginkgoáceas, por tal motivo su clasificación botánica fue siempre dificultosa; respondiendo a un tipo intermedio entre los Pteridófitos (helechos) y las Coníferas. Este árbol es muy longevo, puede llegar a vivir 1000 años. Salvo en regiones montañosas del este de China, este árbol prácticamente no se cultiva.
Las hojas de ginkgo contienen básicamente dos grupos de compuestos: flavonoides y terpenos (diterpenos y sesquiterpenos). Estos compuestos son los principales responsables de sus acciones terapéuticas.
El Gingko biloba tiene propiedades antiinflamatorias, vasoprotectoras y antioxidantes, provocando una mejora de la microcirculación periférica.