El Aceite de Argán contiene un 80% de ácidos grasos insaturados; es rico en ácidos grasos esenciales, con el predominio del ácido omega-6, además de contener altas concentraciones de vitamina E que le hace más resistente que el aceite de oliva a la oxidación. No se utilizan ni solventes ni calor para extraer este aceite. Se hace un prensado en frío para obtener una calidad nutritiva superior.
La aplicación tópica del Aceite de Argán complementa el déficit de aceites grasos esenciales, que puede tener como consecuencia la reducción de la capacidad de hidratación de la barrera cutánea. De hecho, en la piel, durante la diferenciación de los queratinocitos de la capa basal a corneocitos de la capa córnea, tiene lugar la reorganización y transformación bioquímica de los lípidos. Particularmente, existe un enriquecimiento de las ceramidas del cemento intercelular del estrato córneo.