El aceite de oliva tiene una composición más amplia que incluye un gran porcentaje de ácidos grasos saturados (8-16%), monoinsaturados, poliinsaturados (4-25%), otros constituyentes como la Vitamina A y E sales minerales y componentes secundarios pertenecientes a la fracción insaponificable. En la fracción insaponificable se distinguen los hidrocarburos, los tocoferoles y los fitoesteroles. Los hidrocarburos representan un 32-50% de esta fracción y el principal componente es el escualeno (77%), en menor cantidad está el β– caroteno (que junto a la clorofila da el color al aceite). Los tocoferoles dan estabilidad al aceite y el mayoritario es el α-tocoferol que es activo como vitamina E, pero también hay γ y β-tocoferoles. Los fitoesteroles tienen función estructural y su máximo componente es el β-sitosterol.
Su aplicación tópica genera una acción nutriente generalizada.